Volveré a atravesar la alameda
llena de rostros llenos de rencores
de tantas cicatrices de pasiones,
las hojas se desprenden, desenredan
la aureola que la brisa fresca encierra,
volaran hasta otro lugar lejano
donde llenar los espacios vacíos
de ánimos enloquecidos
que recordaran que antes franqueaban
la senda colores enfebrecidos,
Volveré a ver cómo se desvisten
del oro los árboles frente al rio,
los sauces, los álamos, los fresnos,
con tonos claros y óxidos de frio.
Volveré a sentir la brisa gélida
sobre mi rostro blanquecino,
el rio retorna con las nuevas aguas
y los ánades que llegan de nuevo
a revolotear en la orilla del rio
con la luna de fondo
sobre un manto de escarcha refresca
un nuevo otoño, llega,
pero tú no estarás conmigo, como
un año más, mi tristeza volverá
a llenar de nostalgia
este otoño vacío.