El país del norte vende brisas
estaciones pintadas hermosas
con jardines de claveles y rosas,
vidas plenas holgadas sin prisas.
Sus ciudades suaves y lisas,
hacen sus brisas huracanes,
en escuelas crecen alacranes,
que cargan venenosas balas,
escriben con sangre las salas,
rompen sueños a los tulipanes.
Corre el mundo trás sus afanes,
tiempo donde el oro es primero,
más que una madre es el dinero,
para hijos que se hacen rufianes.
Venden la honra los chacales,
viven tinieblas, renuncian a la luz,
treinta monedas llevaron a la cruz,
al justo divino mensajero del Amor,
como los que hoy hablan del señor,
con actos enemigos de Jesus.
Autor: Poeta al atardecer.