Irwing Barba

De mí no esperes mucho

De mí no esperes mucho,

porque te puedes decepcionar.

Y es que a veces me tambaleo

y caigo de mi endeble

barquito de papel...

Y me hundo en un mar

de recuerdos y pensamientos

cuyo impetuoso oleaje

me pone inquieto,

como un perro alerta,

siempre a la defensiva,

y pataleo…

Y es que,

al igual que a muchos otros,

un día también me hirieron.