Eduardo Rolon

El Eco de la Facultad


  
Aún recuerdo,
las aulas llenas de sueños,
la universidad,
un crisol de ideas,
un equeco que transformaba
mi carruaje
en un viaje sin fin
a cada cátedra.
 
Llevaba maquetas a cuestas,
cargando con la ilusión
de un futuro grande.
Y hoy, ingeniero hecho,
puedo ver y reír
de lo vivido,
de las épocas de noviazgos
y los encuentros en confiterías.
 
Ahora me he alejado
de todo esto,
residiendo en un pueblo,
mi Navarro hermoso,
mi Navarro querido.
 
Y hoy, añoro
aún,
las épocas de estudiante,
las nostalgias,
los diapasones,
los compañeros,
las risas en las tablas,
¡Magna!
 
Todo me hace ver
que el tiempo transcurrió,
me paro y miro
la arquitectura
de un edificio,
¿cómo se fue construyendo?
Todo mi ser se fue elevando,
toda mi personalidad
se fue construyendo.
 
Tan solo me queda
agradecerle a la vida
por todos los logros,
y haber llegado hasta aquí.
 
Autor: Eduardo Rolón