Fer Belek

Receta para el desastre

Junte dos gramos de dientes de león,

con el deseo irrefrenable de vivir el amor,

agregue cinco kilos de ilusión,

un suspiro de añoranza y muchas tripas corazón. 

 

Ponga preguntas sin sentido,

sabiendo que no importa lo que el otro diga,

si es verdad o maldita mentira.

Y entre ello y las dudas existenciales,

deje sazonar la esperanza,

sin pensar si es correspondido ni contemplar el rechazo.


[Que puede pasar, sea dicho,

no le sorprenda el puñetazo]

 

Si le agrega algunas mandrágoras mágicas,

puede empezar por las raíces,

machacando a su vez plumas de ángel

caído, luz de luna menguante y algún

aullido de lobo solitario errante.


[todo esto, para hacerlo más interesante] 

 

Cubra toda la preparación con nostalgias,

hojas de otoño y mucha añoranza.

Falta de autoestima, fantasía,

sal y pimienta al gusto de sus papilas. 


[Puede también poner un poco de hiel,

para que no falten lágrimas,

algún dicho cruel y mala saña] 

 

Revolver todo sin pensar, ir cociendo

lentamente a baño maría, mientras se

inventa alguna que otra historia con sus

eternos \"suponía\".


[Y de paso alguna que otra estrofa de manipulación,

para darse un buen reventón]

 

Dejar enfriar, tomar a cucharaditas sin

pesar, riendo como loco al especular,

porque la receta del desastre ya está en

su paladar.


[Ahora sí, ya no hay freno para la

indigestión que se va a dar]

 

¡A disfrutar!