ayer y hoy
agua que te crío
hay páginas para desleídos
que solo entienden
del cuerpo a cuerpo
entre la paciente cafetera
y la acústica de Dido
acallando su pasión,
quisiera compartir solo
las olas de mi sangre,
porque hasta el aire obtiene
su máscara
cuando sale la luna,
porque el segundero despide
laberintos de rosa
hechos al azar
en el calendario de las hadas,
celebro que la noche
sea un cascabel difícil
de volver a sembrar,
no querer ser tú mismo
es el principal antojo del olvido,
Cuánto pesa el viento
si carece de tiempo
en ningún cometa,
en algún sitio de la verdad
sigue la guerra
y por delante
una sombra olímpica
hecha con los tizones
del ascua.