edgardo vilches

NO CLAUDICARÉ

Me niego terminantemente

a mirar los show de conversación

de la tele...

 

Me niego a juzgar,

desde versos consagrados,

mi afectividad roja.

 

Me niego a soñar

sueños ajenos,

de soñadores pervertidos.

 

Me niego a trabajar

más de la cuenta,

para ser lo que no soy.

 

Me niego a humedecer

con pomadas blanquecinas

mi rostro Latinoamericano.

 

Me niego, por último,

a transar mí sangre

en el mercadeo de la muerte.