Sus ojos de violeta,
De gris la córnea,
De rubio sus cejas,
Los parpados, cerrados
Eran, el acné de su cara,
Pétalos de azucena
De flor hermafrodita,
Los estambres, rosas
Sus labios envolvían
El misterio carmesí
De una picara sonrisa,
Entreabiertos sus pliegues.
Y besé lindas y gruesas
Líneas del arco de cupido,
Acaramelados fruncidos,
Encantadora transición hormonal
Los sonrojados pómulos
Delataban el flujo en su rubor,
El reflejo de la mariposa
De capilares escarlata
Transitaba su cuello
lígrimos ramos de lirios.
Aquel aurea anaranjado,
Vestido en perfume gardenia
Cubriendo su cuerpo,
El arracimado manojo
En torrente floral
De crisantemos araña
Arraigaba sobre arcilloso suelo
Con sus tallos morados,
Verdes y rosados, y
Descendían sosteniéndola
¡Ella, con su halo gardenia en un susurro de almizcle maderado ¡