Echo de menos lo habitual
de tus labios,
pues besarlos
es una manera especial
de medir el tiempo
y disfrutarlo.
Siento que te necesito
cuando me siento sólito
como la tierra a la lluvia
como la flor al sol
en ese vínculo eterno de amor
esperandose cada amanecer
para al otro ver florecer.
Y entre la nostalgia y el afecto
encuentro el punto perfecto
donde en alegría mi corazón
con cada palpito
llega a la conclusión,
que mi consuelo en tu ausencia
cuando mi mente te piensa
es siempre volver a tus brazos.
Para mi pensarte es llevarte
a mi presencia
esta acción me garantiza paz
y es tan fuerte,
que me hace quererte más,
y tener certeza de que Dios existe.
Desde que en mi vida apareciste
y a pesar que a habido distancia
llegaste y te quedaste.
Ya casi vuelvo a ti
como el mar a besar la orilla
se que llegaras a mi
como un poeta a su romance
te extraño, amada mía
a cada instante.
Hasta el momento,
que vuelva a verte.
Te espero como a las estrellas
el cielo, para bajo la luna
acariciar tu pelo.
Y aunque no siendo la paciencia
mi mayor virtud
te espero solo por ser tu,
y para mi, vales la pena la espera.
Y busco fórmulas
para extrañarte menos
pero más lo pienso
más presente te tengo
así que sigo buscando.
Y en cada instante que pasa
con tu ausencia presente
tengo la certeza de que te amo
ya que solo se espera, por
lo que se anhela tener.
Extrañame como yo a ti
como mi día a tu noche
como al mar un marinero,
como el río a su cauce
como a un te amo
un te quiero.
Como el fuego a la leña,
tu ausencia me enseña
que eres el combustible
para que mi fuego sea posible.
Espera, espero me esperes
para compartir nuestros quereres
y te prometo que mi promesa
no será vacía
asi que cuando vuelva a verte
voy a llenarte,
de besos sin número.