Se fue como llegó,
entre olas de un después,
escondiendo su hermoso destello,
entre ensueño y ensueño.
Intento comprenderlo;
aquello que tú ves;
tu irracional más bello,
donde todo está al revés…
Mi mente se pierde efímera,
mientras el corazón de dos desespera,
para amar no hay forma racional,
ni explicación ocasional.
Mas la realidad nos llega,
vertiginosa y voraz se abalanza,
dejando herido nuestro lazo,
secando nuestras olas a su paso.
Se nos va la magia, nos queda el ayer,
se extingue el sabor, reminiscencias de placer,
atrás queda la química, hoy mera mímica;
oteando nuestra vida estática,
gritando abismalmente,
lo que parece un adiós…
tras la ruptura del corazón de dos,
llega la brutal lógica,
tan incipiente,
agónica...
romántica y dependiente.