El amor es el arrullo
de los cantos de la soledad,
y la mañana que se unen
en un mismo apreciar y sentir,
aunque diferencias hayan.
Es la comprensión del uno al otro
lo que hace la majestuosidad
de los tactos sensibles
y refrescantes en su confort
de nuevas luces.
Miradas del percibir más allá,
sin darse cuenta,
a los ojos de que te mira con alegría,
adaptado con fuerzas y normalidad
a los cálidos brazos
preparados para amar.