Cuando me alcance el frío de la espera
y el corazón sangre porque tú no llegas…
cuando ya no tenga la esperanza
de que vuelvas a mi lado...
Recuérdame
en alguna canción o en algún poema,
de aquellos que con amor te dediqué,
y que contigo, tantas veces platiqué...
En cada amanecer, con el rocío
con ese sol hermoso…
que vestía azul celeste el cielo
sólo para verte sonreír...
O en el crepúsculo, cuando en la playa
mirábamos el atardecer,
y se ruborizaba el astro rey
mirando tu angelical figura...
Recuérdame en las olas del mar…
en la fresca brisa que recorría tu piel,
en ese halo de luna menguante…
¡coqueta, huidiza, celestina!...
Cuando llore el cielo
en ese torrente de aguacero
que interrumpía nuestro amor... y te ibas,
pero yo siempre esperaba a que volvieras...
¡Recuérdame!
No me lleves a morir en el olvido
en el valle oscuro de tu mente…
que sería para mí como no haber vivido,
no me apartes de ti, no me dejes ausente...
Delalma
Martes, 02 de noviembre de 2010