Original Oriflama Infinita

Soneto experiMENTAL

Es bonito amar...la calma neurálgica...

Me obstino para ya ser sustancia,

verso vivo, ráfaga de luz hacia

el sombrío mar lanzada... Qué fumada

 

me propino, hasta jamás cansarme de su magia!

Es lo mismo la nada que un alma desnudada...

Tengo frío (he escondido la máscara: me truncaba...);

pero sigo la trama a falta de repugnancia! Jesús, gracias!

 

El prodigio campa en este agreste lugar,

en concilio con las lámparas para deslumbrar

el hermosísimo cantar de un pájaro más

 

entre los hilos... Las parcas recularán

de oirlo...antes de darle su última puntada...

El olvido abraza las palabras...estrujándolas!