El viento su único amigo
su casa cuelga entre la tierra y el cielo
en sus ojos la luna despierta
como un rio silencioso
que mueve las piedras de su espíritu.
Es un hombre libre
no necesita raíces
solo le atan los sueños
así flota entre estrellas
en un mundo nutrido
por los algoritmos del poder
es visto como una anomalía
una resistencia silenciosa.
Sus pies flotan
no camina sobre la tierra
la dictadura olvida
los pies de los hombres
libres
que buscan en sí mismos
los sueños y la esperanza.
En los pedazos de tierra
con sus pies desnudos
busca la verdad entre las grietas
de la realidad.
En la llama de una vela
busca una estrella
una uva de luz en la oscuridad
así los sueños de un hombre libre
no perecen
solo mueren cuando
deja de soñar
o sus pies toquen la tierra
húmeda por la sangre.
El vendaval le llevo todo
el polvo como humo de pólvora
que enceguece su mirada
así el poder oprime el espíritu
y el cuerpo del hombre sin sombra
ha perdido todo
pero como un árbol infinito
se tiene a sí mismo.
La tiranía es la estación
del dolor
fragmenta los huesos del alma
arranca la tierra de los pies
pero su tiempo termina
hay hombres
que sus pies parecen flotar
en un pequeño haz de luz
que se desliza en la prisión
toca su libertad
¿Qué verdad tocan las manos
de una dictadura?
El alma del hombre
tiene cicatrices invisibles
son más dolorosas
que una herida sangrando
pero el alma aprende a buscar
una estrella en la llama de una vela.
La tiranía quita las huellas al hombre
los hombres le quitan el tiempo
cuando en la llama de una vela
buscan las estrellas…
Hay hombres que cuando caminan
parecen flotar…
...(Dedicado a Ariel Reyes)