Beber de tu frío,
me va cambiando,
el mundo atrás,
a un lado su sonido.
Balada o sonata en trío,
nace del mismo lecho,
secándose en delta del pasado,
aquello que no he olvidado.
Brindo por el derrumbe,
de mi martirio,
construido con deliro y techo,
solo por costumbre.