la flaca

Yo no quiero la fuerza!!!

El alma despedazada, los ojos hacia el abismo que se abre dentro, el tiempo acumulándose contra la memoria y el pensamiento buscando desesperado imágenes vivas, sosteniendo el sonido para no perder los recuerdos, eso es tal vez como nos sentimos ante la ausencia.

 

No, el dolor no se cura y no, no hay un propósito para justificar que la vida se detenga, eso es la vida, solo tiempo que se diluye y nunca ha sido más fuerte que la muerte, pero la muerte, la muerte es ausencia y la ausencia es un abismo entre el pecho y el estómago donde cae todo, el alma, el tiempo, el pensamiento y solo te dicen que tienes que ser fuerte.

 

Esto de la fuerza me agota, me agota de una manera indescriptible.

 

Si, porque ser fuerte es agotador, la cantaleta eterna de ¡lo que no te mata te hace más fuerte!, nadie sabe que esa frase antecede a la locura.

 

Pero quién dijo que yo quería ser fuerte.

 

A mí nadie me preguntó si quería la fuerza, si me hubiesen preguntado hubiese dicho que no, que yo quería ser feliz, que se queden con la fuerza yo quería los abrazos, el tiempo, la risa, a mí esto de la fuerza me parece arbitrario.