Matias 01

Diario (noviembre 2021)

Se acerca diciembre -una vez más-

se deja oír y le oigo,

con ese dolor que nunca pasa,

y que me hace sucumbir

a mala sombra;

Se acerca, con mis jueces de fatídicos

martillos, ahora que estoy solo

y me sobra el silencio con su duro rigor

de ausencia.

 

He sentido la edad de la memoria

y he llamado…

He llamado y solo el aire me ha sobado

el alma,

se ha dilatado el silencio con el frío

y se ha duplicado el “ya nunca más…”

 

Y he sentido mucho -cuando todos pasan

sin mirarme- la severidad

de la cosa ajena, de aquello que ya nadie

echa de menos.

 

Pero todo va hacia la bruma,

por el camino donde forcejeamos a veces

con algunas cuentas por pagar,

y sudamos mucho

y la luna que nos sigue

-con esa pupila que desnuda- también suda

una tristeza.

 

Es diciembre, veloz, que me recuerda mucho

el olvido,

la tristeza con sus clavos echando raíz

en la palabra viva

y esa dulce voz acariciando en la medianoche

a mi corazón.