Jorge Izquierdo

AMIGO

AMIGO

Tú que me conoces bien,

fíjate en lo que te digo:

si un día cualquiera me ves

riendo más de la cuenta

con el gesto incontrolado;

abordando mis miserias

sin importarme la audiencia,

sin tomarme nada en serio

cual bufón atotmentado,

no te pienses que he bebido.

No, no es eso, acuérdate;

Yo te estaré agradecido

porque tú me has de entender…

 

Ese día yo te invito

A que tú sientas lo mismo;

Te invito a “llorar” conmigo

de la forma acostumbrada.

Sabes cómo, buen amigo,

no sería la primera vez:

Olvidémonos de todo,

ni una lágrima, ni un suspiro,

ni una pista al enemigo.

Cautericemos la herida

brindando con un buen vino,

Que nuestras risas se eleven

por encima del abismo.

Igual que en los viejos tiempos

incendiemos la velada,

que no se nos quede nada

de lo malo contenido.

 

Ya lo sabes, compañero,

seguro será divertido.

 

           LUJITAR   (8-4-23)