Paco Pena

SEMBLANTE DE UN VIVIDOR

Ando harto de tanto sufrimiento,
muchos lo exhiben sin estupor
con poco civismo y mucho descaro.
Alardean de sus miserias a mi alrededor,
un millar de quejidos
asedian mi mundo,
ciegos mis ojos de espectador.

Vergüenzas me acechan en cada rincón,
el llanto domo y cristalizo,
miradas sin alma ni compasión
que nunca ven nada,
- ni mucho ni poco -
ni mucho, ni poco que no sea yo.

Honores sin mérito de rancio abolengo,
amores nacidos de la admiración
por un frío espejo, lleno de hielo,
reflejo perfecto de mi  corazón.

Limpias las manos de penas ajenas,
sordo a los gritos que expresan dolor,
libre, para adornarlo con cuidados
que lustran, la soledad de un vividor.