A Dunia de los Ángeles, mi estrella guía
Tu belleza, oh Dunia de los Ángeles, trasciende lo carnal,
Eres un jardín de rosas, tulipanes y girasoles, donde el alma florece.
Tu fuerza interior, un muro inexpugnable,
Que resiste las tormentas y las noches oscuras.
Tus ojos, dos océanos de calma y bondad,
Reflejan un alma pura, noble y sincera.
Tu sonrisa, un rayo de sol, que alegra mi soledad,
Y tu corazón, un tesoro, dome todo mi ser encuentra refugio.
Tus manos, dulces y trabajadoras, han construido tu vida,
Con amor y paciencia, has sembrado y cosechado el respeto de tus hijos.
Tu voz, melodía suave, que me llena de vida,
Y tu espíritu, libre, que nunca ha sido derrotado.
Eres madre, amiga, confidente leal,
Un faro que guía en la noche más oscura.
Tu fe, ancla que te sostiene el hogar,
Y tu amor, un tesoro que siempre perdura.
Aunque la vida te haya puesto a prueba,
Tu alma sigue intacta, pura y hermosa.
Eres un ejemplo de fuerza y de virtud,
Y mi amor por ti crece cada día más.
Eres la mujer más hermosa que he conocido,
No solo por tu belleza, sino por tu corazón.
En ti he encontrado la paz que tanto he buscado,
Y en tu amor, mi más grande bendición.