El paisaje, se percibe
desde dentro.
Hay silencio en las calles
y silencio en los ojos.
Es sencillo, mirar
partículas de cielo
que van perforando
los amaneceres.
Es bueno, sentirse fascinado
y el sonido del tren
invadiendo los rieles,
presuroso.
Dan miedo las cosas simples,
cuando es por dentro
el caos.