Miguel Ángel Miguélez

Eras

 

 

 

 

 

 

 

 

Eras edad y luz, y sangre y barro,

y fuego sobre el blanco de los ojos.

Trinchera y firmamento de despojos

e historia que termina en un desgarro

 

de silencios espesos, de guijarro

y tormenta que doblan sus hinojos

al otoño, al revés, a los serojos

y al agua en tu derrame, roto el jarro.

 

Inútil como acento circunflejo

de luna que, marmóreo, sucumba

apenas sin llegar de tilde a viejo.

 

Y, ahora, ni el gusano ni los huesos

sostienen el recuerdo de los besos

que dieras, corazón, hasta la tumba.