El arte fluía por las venas de un ser incomprendido, que un acto destrozaría su alma y su espíritu. Perdió el espíritu, ante alguien que no valió la pena. La soledad le terminaría por destruir, lo que alguna vez fue su sueño, se desvaneció antes de siquiera saberlo, ahora recuerda un pasado con melancolía, de cómo esperaba y no le respondían. Aquel bohemio ahora se muere de a poco, su cuerpo mejoró, pero su mente; cada vez se pierde más. Su sensibilidad por el mundo cada vez es menor, su mano ya no es endeble; es firme ante su voluntad. Perdió la fe del amor, ahora todo su ser es caos. En su cuerpo ahora habita un ser insaciable, que terminará con el.
Ahora solo queda el recuerdo de un cuerpo, al que el mundo le trajo olvidó y ese soy yo...