A FAVOR TENÍAMOS TODO.
Teníamos el viento a nuestro favor, el sol liberaba sus brazos con asombro, las nubes giraban al compás de los latidos y todo un arcoíris nos teñía los paisajes. Nos íbamos por bosques arropados por tus ojos, por arroyos se mecían tus lágrimas saladas. Sabían los gorriones cantarle a nuestros nombres, al destello que crecía acercándose a tus labios. A mis sueños se envolvía el deseo de besarte, de buscarte en los dibujos que tus manos provocaban. Era fácil el destino cuando el tiempo detenía el perfume de tu cuerpo. De mis ojos a los tuyos, las palabras se encendían, se tomaban del silencio... y por artes se paseaban las florestas de la vida. A favor teníamos todo, pero todo halló tu olvido una tarde sin hechizo, sin milagro en el trayecto, ni esperanza en el deseo. A tu olvido fue el secreto que atrapamos, que escondimos, con la magia desatada de quiméricos paisajes. Y por eso soy respuesta en tus hojas del olvido: no soy otro que el sabe que el herido nunca olvida y que el odio es enemigo de quien nunca amó en la vida.