Fulgurosa noche de altar.
Vienes a mí con tu mirar,
Negro carbón, que en tus
Ojos de fuego reverbera.
Transgrede el límite natural
De mi piel efervescente.
E invita a navegar tu mar,
Por miles de universos paralelos.
Yo, sin voluntad, ciega navego.
Hasta la orilla arrolladora
De tu pasión. Y cabalgo...
Cabalgo sobre ti enajenada.
Y vuelvo a nacer, a la hora
De tu entrega. Y lloro...
Con un llanto que no cuenta
La verdad de lo siento.
Y soy luz, que obediente te sigue.
Atada a la fulgurante noche
Que habita en tus ojos...
Ojos de carbón Incandescente.
Y muero en ti,
Y tú yacès...
Yacès en mi muerte,
Pleno.
Martha Patricia-oct-2024