OscarCampos

Espasmos

 

Has pisado la hierba,

y aplastado flores silvestres.

 

Parece que nada te toca

los espasmos de tu pensamiento

ni las espinas de un dolor.

 

La paz de tu mente

un sueño distante

un faro que se apaga

los murmullos de la lógica

parecen estertores de una melodía

que ha extraviado sus notas.

¿Como gobiernas el caos

con el impulso salvaje

que no se detiene en un abismo?

 

El habitante parece atrapado

en su propio laberinto

los conflictos como un volcán

la lava deja huellas

a naturaleza tiene salidas

el hombre deja los conflictos

algunos suben para caer

otros cambian de vestido

 parecen invisibles

hasta que regresan

la paz y la verdad se enredan

en la lucha del hombre

consigo mismo

 pero este conflicto

es el más duro

se libra en el campo del silencio.

 

Cuando cerramos

las puertas

 con nuestras manos

 a la realidad

la mente es una prisión.

 

La reflexión no es un camino recto

también es un laberinto

que la mente encuentra

 entre eslabones sueltos.

 

El habitante

una paradoja habitual

lucha con si mismo

impulsos cavernícolas

aparecen en las decisiones

así la mente se enreda

en conflictos sin solución.

 ¿Es la razón en una sociedad cansada

y convulsionada una luz

o la llama de un fosforo que se extingue

cuando la sombra de los hechos

son espesas?

 

El habitante camina

un guerrero solitario

se enfrenta a enemigos invisibles

sus espadas

son el miedo

el campo de batalla su mente

cada pensamiento una herida

el recuerdo un eco perdido

así el amor

es la raíz de la duda

una chispa que salta

provoca un incendio

y el ser humano

queda atrapado

como en una red

de lo que la sociedad le exige

lo que la violencia le arrebata

lo que el amor lo hiere

pero en sus sueños

la libertad es el resultado

de una brasa encendida.

 

El hombre apresurado

rediseña su hábitat social

para enfrentar los ecos

 de su propia creación.