Felipe P.

¡No quiero que usted se convierta en mi mano derecha!

¡No quiero que usted se convierta en mi mano derecha!
Quiero que me ayude con todo aquello,
Que mi mano derecha no puede llevar,
O por lo menos, que me ayude hasta donde a usted le alcance,
y no lo digo por grosero.


Así es, no quiero que se convierta en mi mano derecha, 
porque no quiero que usted se ajuste a lo que me falta,
Ya me encargaré yo de eso.
Lo que quiero, y no estoy dispuesto a negociar, es verla libre, 
y que con su propia mano derecha, izquierda o la que sea, 
Apoye a mi mano cuando esta se vea corta...
Pues su amor me complementa.


Por eso le pido, no me quite mi carga,
para tomarla como suya, 
Mejor, puede darme ánimos, 
Ayudarme con un par de cosas,
O esperarme en la cima de la montaña, 
velando, cuando pueda, que mi persona avance.
Me llena de orgullosa valentía, 
Saber que mi complemento estará ahí,
Para darme ese empujoncito cuando lo necesite... 
Realmente, no hay nada que me haga más feliz.