Anoche salí a la puerta a sacar los deshechos,
(algo tan simple como sacar la basura).
Levanté la vista y me encontré con ella,
la luna, soberbia, en cuarto creciente.
Se asemejaba a un dibujo infantil,
pero estaba allí, deslumbrante
en el cielo nocturno y dorada,
como si mi niña, un día
la hubiese estampado en la hoja
y la salpicara con polvo brillante,
y vi su estrella que se infiltró en la noche.
Entonces descubrí los ojos,
y su mirada, melancólica y pura
escudriñó mi alma adormecida,
la llenó de luz y me susurró:
“Mamá, aquí te espero”.
Susy Espeche