Palabra contra palabra, los sentimientos colisionan
Traición sobre traición, los rostros se desdibujan
Y las máscaras recrean un horror impenetrable.
Actuamos sobre seguro, confiando en nuestras más ciegas disposiciones
Declarando con el corazón en la mano una sentencia desafiante
Y lo dejamos todo mintiéndonos a nosotros mismos
Para salvaguardar una promesa aterciopelada,
un significado incubado en el extremo de nuestra complicidad
y el precio siempre fue la libertad, y el costo fue siempre la soledad
ahora volvemos al origen del puente que pretendimos construir
tabla sobre tabla mientras ese paso tendido al otro
retrocedía en contra, con cada desencuentro, con cada malentendido
con cada silencio impotente, rumiando sobre el resentimiento y la desesperación
que no fueron sino otra forma de definir
la abrupta falta de sintonía de nuestros lenguajes
y el choque meteórico, deletéreo, de nuestros mundos.