Resiste corazón, ya estamos más cerca. Late despacio, pero con sentimiento, que le llegue nuestro tono. Recuerda que venimos desde su indiferencia, poco a poco nos estamos ganando ese espacio en su pensamiento, pronto encenderemos ese fuego en su pecho para descansar nuestros sueños y calentar las palabras que llevaremos a su oído como alimento a su alma herida por la espera. Que sus latidos toquen lo más profundo de su ser
Late corazón. Cómplice de mis desvelos y caminar por el desierto de su indiferencia y ya que vamos llegando al oasis de su atención, no quiero verte flaquear. Tú sabes y ella lo sabe. Tu espera y ella también. Cada día que pasa te ensanchas y tus laidos hacen que sus ojos se llenen de agua y el corazón, esperando que te atrevas una vez más y me ames con la fuerza impetuosa de un ciclón por la que has sobrevivido y sigues esperando.
No llores corazón aguanta las vicisitudes de esta cuesta. El corazón solo habita en un pecho, quizá ni al mismo cuerpo le pertenezca. Ella te ha entregado el suyo de diferentes maneras, ha sido atrevida, conociendo su vida guerrera. También apuesta a ganar, porque tiene un corazón que arde con ese fuego, que en tu pecho y el de ella, espera, silencioso como fogata de playa en una noche de octubre, donde la luna semeja un corazón henchido
Si en algunos gestos poéticos, no ves la luz de su sonrisa que ha servido como faro para guiar tu amor; late fuerte corazón que aún no has llegado y aunque llores y desesperes, se acercan orillas salvadoras. ¿Que no ves cómo se retira en la tarde y su corazón no deja de saltar? sus ojos buscan los tuyos en la estrellada noche. Aún está viva la promesa del universo y el deseo de su corazón y el tuyo que buscan poseer mutuamente sus latidos
Solo recuerda corazón mío; corazón aventurero y loco. Por nadie ha latido su corazón como lo hace hoy por el tuyo. Con nadie ha gastado tanta tinta llamando a alguien sin rostro, con un sentimiento que lo dibuja tal como es. Fantasma que aparece y desaparece, ave que vuela, palabra suelta y en libertad. Que cayo preso en la dulce cárcel libertaria de su amor, pagando una condena de amor eterno, por las letras que nos quedan, latiendo juntos.
LENNOX
EL QUETZAL EN VUELO