La simbiosis que produce el atardecer con la noche,
las tinieblas,
sombras en la oscuridad,
se mueven por todos lados,
nadie sabe quién las genera;
los humanos,
algunos salen de sus trabajos,
otros salen a caminar,
el borde costero,
se llena de gente circulando,
algunos denominados zombis,
también salen a recorrer la ciudad,
se mezclan y confunden entre las personas,
la noche avanza,
la penumbra,
hay consumo de drogas y alcohol,
tampoco se sabe qué hacer si nos encontramos con alguno de ellos,
correr, escondernos, golpearlos, dispararles, defenderse o bailar Thriller juntos,
pero sabemos que están,
aparecen de la nada,
no los sabemos reconocer,
se camuflan entre todos,
se esconden en la oscuridad;
noctambula,
carretera y bohemia,
los ladridos se escuchan por doquier,
los grillos,
cantan y bailan a escondidas,
a lo lejos,
el canto de una gaviota,
mejor decir,
los chirridos de un ave desorientada;
ciudad de noche,
llena de carisma,
con la mística de una ciudad especial,
diferente,
con orgullo de su historia,
con raíces,
eres una cuidad sorprendente,
tú gente no te abandona,
glorioso Iquique,
ciudad del dragón que descansa.