Destello De Amor
Madre, dadora de vida,
crisol de amor,
nueve lunas tejiendo
un ser en tu interior.
Engendras y llevas,
un peso que no pesa,
un corazón que late,
una fuerza que no cesa.
Que no te quejas
del dolor ni la fatiga,
siempre llevas tus oídos
y tu sonrisa a flor de piel,
palabra de aliento,
bálsamo para el alma,
eres el cobijo,
la luz que nunca se apaga.
Has tejido un capullo,
un niño, una niña,
un ser bello,
que vas a pulir
como un diamante,
en el tiempo que transcurre,
fiel.
Desde la niñez hasta la adultez,
guiando sus pasos,
enseñando a volar,
con alas propias,
libres y radiantes,
en el mundo que ahora
van a explorar.
Condición tan fina
y delicada,
más delicada que una rosa,
frágil como una orquídea,
con perfume sutil
que nunca se posa.
Aun en la tormenta,
en los peores momentos,
siempre mantienes tu sonrisa,
un destello para tus pichones,
en tu rostro,
una luz que no se apaga.
Qué decirte
que te pueda expresar,
más que Gracias,
Gracias por haber sido mi mamita.
Disfruté tu presencia,
cada día, cada hora,
hasta la llegada
de mis propios hijos,
mi tesoro.
Hoy te tengo como un ángel,
un Lucero que brilla
en la noche,
y me hace ver
que me acompañas,
en todo momento,
con tu luz que no se extingue.
Qué decirte,
más que Gracias,
por haber sido mi mamita,
mi estrella fugaz.
Tu esencia, tu tesoro,
perdura en mi alma,
un legado de amor
que jamás se apagará.
\"Madre\".
Autor: Antonio Pais