José Fas Fonfría

¿QUIÉN SOY, QUÉ HAGO AQUÍ?

¿QUIÉN SOY, QUÉ HAGO AQUÍ?

¿Quién soy, que he venido a hacer aquí?
Me suelo preguntar distraído… cuando
dejo de mirar fijamente algo que he estado
mirando largo tiempo sin darme cuenta.

Después de un corto titubeo… reacciono
y comento presto con mi amiga soledad
estos momentos de ausencia que me invaden,
y que inundan mis horas de melancolía.

Ella, mi amiga soledad, parece como si
me estuviera constantemente vigilando,
y preocupándose por mis estados de ánimo,
por mis bajones de moral continuos.

¿Qué sería de mi sin ella?
¿Qué sería de mi vida sin ese apoyo
continuo que me ofrece a todas horas…
la soledad, mi amiga, con quien convivo?

Vivo a todas horas con ella, de noche y de día.
Me acuesto y me levanto con ella.
Desayuno, como y ceno con ella.
Está siempre a mi lado, cuando hago la cama,
cuando friego los platos, vasos y cubiertos,
cuando paso superficialmente la escoba
y el mocho por la casa, y cuando descanso
un poco viendo los telediarios de la tele.
Siempre está conmigo acompañándome.

La quiero, la amo tanto... que me da pena
dejarla sola en casa cuando salgo a hacer
la compra necesaria para subsistir,
para vivir, y no morirme de hambre y
melancolía junto a ella.

Es mi única compañía, la única que escucha
mis continuos lamentos incomprendidos.
Mis quejas constantes y lastimeras.
Nunca me reprocha nada de lo que hago,
al contrario, siempre está de acuerdo
con lo que digo o hago, se sienta a mi lado
y me acompaña siempre, para que no
me sienta solo y me ahogue en mi tristeza.

Hasta que llega el momento en que me
sobresalto y me pregunto a mí mismo,
¿Quién soy, que he venido a hacer aquí?