Lo escuchaba cada día, sólo Rocío cantaba,
no había otro mundo; olía su presencia
y con ella me unía y el tiempo... sobraba,
si fuese en caso novia, notaba su ausencia.
Tan joven, tan ingenuo, el cassette de mi vida
a un globo que no existía, soñaba este idiota
que este mundo me quería, pero grande mi herida
se volvería. El tiempo pasaba, la Verdad azota.
La Verdad azota y la cinta en deterioro
no sólo física: se cambia estética musical.
Inevitable conclusión, cinta que por tesoro
se hundiese en un mar de sombra su solución final.
Septiembre 2.024
NACHO REY