Alexandra L

Atardecer

Hay un segundo en  el atardecer
en que el entorno  brilla más
fugaz momento en que tal vez
te permita apreciar la eternidad.

Se vuelven terciopelo los celajes
comienzan a pulirse las estrellas
acomoda la luna su ropaje
lista  para bailar en la arboleda

Pasa la brisa que suaviza el paisaje
y la melancolía deja de ser discreta
secuestrada la luz tras las montañas
devorada por hambrientas tinieblas.

Hora de transición y de misterio
sombra que va  dormida en las ojeras
alma que palidece ante la noche
entre aroma de nardos y azucenas.

Recorro este jardín entre mis sueños
sembrado de ilusiones y quimeras
mas solo es fantasía, falsa esperanza
el verlo florecer en primavera.