Ivette Urroz

Dentelladas de una Memoria Fugaz

Ven corre, aullido de sombras,

sagaz espectro sollozante de sed inerte.

 

Cuando tu pectoral ácido rasga,

espolón agudo del alba en semicírculo,

circula en mis venas un sonido quebradizo,

y salival como agua fúnebre reptando,

desde alguna guarida donde

agoniza la vigilia de huesos en floración.

 

¿Es la dentellada fugaz o el laberinto

que agranda esta memoria?

Ven, recoge las greñas del insomnio,

guarda en tu coraza de noche

las almas magulladas del descanso.

 

Yo, guerrera del estruendo y la penumbra,

me cierro en mi refugio donairoso tenaz

y atravieso la piel de tus aprensiones,

despojándote de todo brío y clamor,

mientras gotea un consabido sol bruno

por los rincones taciturnos.