Ricardo Castillo.

Ōmetepētl

¡Flota sin hundirse!

A lo lejos acontece lo inefable:

Cocibolca, vanidoso, se enaltece.
¡Molusco gigante!
¡Verdoso animal!
Sombrío, insaciable Maderas.
Augusta visión vesperal.

Excelso Concepción,
se pinta de ensueños ardientes,
se pierde en insomne visión.

Con dulce sabor abismal,
azota a Ometepe una ola
que duerme en el blanco arenal.

ŌMETEPĒTL
VOX CLAMANTIS