Ricardo CTz

Ōmetepētl

¡Flota sin hundirse!

A lo lejos acontece lo inefable:

Cocibolca, vanidoso, se enaltece.
¡Molusco gigante!
¡Verdoso animal!
Sombrío, insaciable Maderas,
augusta visión vesperal.

Excelso Concepción
se pinta de ensueños ardientes,
se pierde en insomne visión.

Con dulce sabor abismal,
azota a Ometepe una ola
que duerme en el blanco arenal.

Julio de 2002, Ōmetepētl.