No sabes de la luna,
ni sabes del misterio,
que hace hondo mi dia
y me hiere en pleno pecho.
No sabes de la aurora,
ni de la lluvia y el viento.
Pero en tu piel niña bella
llevas apretado el tiempo.
No sabes del amor
ni de humedad del beso.
Todo lo que fue, vuelve,
vestido de recuerdos.