Un octubre sin fin fue abortada nuestra promesa
Un octubre sin fin fue evadido todo significante
Un octubre sin fin fue extinguido el tiempo
se perpetuó la bilis y se propagó la peste.
Un octubre sin fin no hubo sacralización
Un octubre sin fin fue usurpado el espíritu
Un octubre sin fin fue disuelto el sentido
El palacete y la estatua de los significados
Se quemó la ciudad y con ella el alfabeto de nuestra historia.
De nada sirvieron las palabras conjuradas en la noche
De nada sirvieron los rituales al fulgor de la belleza
Demasiado sudor nos empañó el destino
Demasiada pasión nubló la intentona
Por revertir el curso satánico del poder
Miramos a sus ojos y las grietas de su espejo
Penetraron en nuestra mirada
Ebria de ánimo disolvente
Tuerta de tanta redundancia
De tanto vigilar al adversario en las calles
De tanto alentar la dialéctica en las sombras
De tanto impulsar la inquina, a diestra y siniestra
y escarbar entre los muertos
Para profanar, una y otra vez, el grito de la eternidad.