En la sombra del olivo,
susurra el viento errante,
como un lamento antiguo
que abraza al sol distante.
Las estrellas en el cielo,
guardan secretos de amores,
y la luna, en su destello,
pinta de plata los dolores.
El río canta su historia,
entre piedras y susurros,
sus aguas llevan memoria
de los besos más profundos.
Caminos de tierra y luna,
bailan en la noche oscura,
y el eco de una guitarra
rompe el silencio de la altura.
Oh, corazón del suspiro,
mientras el tiempo se aferra,
canta al amor que se apira,
bajo el manto de la tierra.