Augusto Fleid

El castillo de Cahir

En la sombra del olivo,  

susurra el viento errante,  

como un lamento antiguo  

que abraza al sol distante.

 

 

Las estrellas en el cielo,  

guardan secretos de amores,  

y la luna, en su destello,  

pinta de plata los dolores.

 

 

El río canta su historia,  

entre piedras y susurros,  

sus aguas llevan memoria  

de los besos más profundos.

 

 

Caminos de tierra y luna,  

bailan en la noche oscura,  

y el eco de una guitarra  

rompe el silencio de la altura.

 

 

Oh, corazón del suspiro,  

mientras el tiempo se aferra,  

canta al amor que se apira,  

bajo el manto de la tierra.