LA MUJER AQUELLA.
Fuiste la mujer aquella,
en mi corazón plantada,
cual escultura muy bella
y con el alma idolatrada.
Fuiste la mujer aquella,
que fue tan bien amada,
esa mujer que dejó huella,
de mis adentros no borrada.
Y aun estando otra,
te he amado en ella,
como ama la estrella
o la mar a su costa.
Fuiste la mujer aquella,
esa que ahora no eres,
pues de virginal doncella,
te has dopado de placeres.
Más allí, en mis entrañas,
tu huella austera subsiste,
sin importar si me engañas
o si eres… Lo que no fuiste.
Autor: Víctor A. Arana.
(VÍCTOR SANTA ROSA)
Octubre 20 del 2024.