Alfredo Ulises Ortiz Castellanos

Un Gorki olvidado en la banca del jardín

Solos tú, yo y Gorki.

Amaba tu voz intentando pronunciar esos complicados nombres rusos.

Tu sonrisa nerviosa cuando te trababas al leer.

-Mejor lo leemos otro día- decías, y corrías y te tirabas al césped.

Yo trataba de levantarte para seguir leyendo, y de alguna forma también terminaba en el suelo, a tu lado.

Abrazados en el pasto viendo las nubes pasar, como niños enamorados, solos tú y yo, con un Gorki olvidado observando desde la banca del jardín.