No han de engañar los poetas
a lectores que lo siguen,
pues las mentiras que dicen
manchan de engaños sus letras.
Que no mientan con sus nombres
como el tal famoso Pablo
que engañó, y era Ricardo
y otros tantos se conocen.
Que quien miente en la poesía
de mentira está engañado
entre sus versos y rimas.
El que escribe sin engaño
con su verdad inmortaliza
los versos que dan su mano.
El verdadero poeta
bien siente lo que escribe,
su corazón se lo pide
de palabras, ser profeta.
Y el que miente en sus poesías
ha de saber que el engaño,
son piedras en su tejado
adornadas de mentiras.
Que quien lee cualquier poema
lo hace con la verdad
y siente en el lo que expresa.
Que la poesía es amar
el arte oculto en sus letras
y no se debe engañar.
No han de engañar los poetas
a quien lee sin la maldad,
porque siente la verdad
y necesita creerla.
No han de usarse las mentiras
al escribir, o a quien lea
que el engaño siempre queda
reflejado en las poesías.
Y la verdad solo es una
nada mas tiene que ver
si te apellidas Neruda.
De que te sirve esconder
la verdad siendo tan justa
cuando eres Eliécer.
Por qué quererse esconder?
los poetas del portal,
por qué, se esconden detrás
donde nadie puede ver.
Por qué no decir la verdad?
ocultados tras siluetas,
cuando vemos que sus letras
son su firma y algo mas.
Por qué mienten los poetas?
o firman con falsedad
para engañar a quien lea.
Por qué esconder la verdad?
con palabras nada ciertas
y engañan a los demás.
El poeta es un artista
que siente su realidad,
y la cuenta cual verdad
a sabiendas que es mentira.
Ni hay mentira, ni verdad
en las letras que uno escriba,
cada uno ha de pensar
lo que siente y publica.
Que el poeta solo es
el camino por andar
para el que quiere leer.
Lo que escribe, si es verdad
solamente hay que creer
aunque sea falsedad.
Porque eso es el poema
no hace falta ni decirlo,
si es verdad o si es fingido
son palabras de un poeta.
El que escribe, bien lo sabe
que cuenta muchas mentiras,
pero acaso la poesía
no las transforma en verdades?
No han de engañar los poetas
solamente hay que fingir
para engañar al que lea.
Que el que lee, así es feliz
porque en poesía se encuentra
la salvación de mentir.