Jorge L Amarillo

Nada de ti. Absolutamente nada...

Nada de ti. Absolutamente nada

en mí ayer que hoy deba olvidar.

Una página totalmente en blanco

sin una historia que contar...

Ya no hay huellas en la arena

que han borrado las olas del mar.

 

Nada de ti. Nada dentro de mi alma

que hace mucho tiempo dejó de amar.

Vacía de todo está mi pasado

sin motivos para tener que regresar...

Sin lágrimas que abriguen tristezas

en sueños que no van a despertar.

 

Nada de ti. Ni siquiera en mis palabras

que ignoro si mi voz debo callar.

Sin deseos que muevan al pecado

sin silencios que me quieran ahogar...

Ya no hay en mí trampas nuevas

que solo buscan hacerme tanto mal.

 

Nada de ti. Ni una verdad revelada

ni un sentimiento que deba sujetar.

Sin un beso que dejar abandonado

ni una flor que tenga que deshojar...

Sin el duelo escrito en un poema

para que el corazón se sienta más mortal.

 

Nada de ti. Ni un pensamiento sin alas

donde sin un principio no hubo un final.

Sin contar las horas que van pasando

sin desengaños que tener que desnudar...

Ya no hay en mí invisibles condenas

para condenar mi propia libertad.

 

Nada de ti. Ni una sombra asustada

en los brazos de la misma oscuridad.

Solo la brisa del viento en mis manos

sin el dolor que me quiere volver a besar...

Ya no hay en mí heridas abiertas

¡Sí te estoy amando en medio de mi soledad!