Mis ojos están fatigados por el tiempo
han mirado la floresta
con el asombro de la vida guardada en ella
los ríos emancipados dando humedad a los campos
caballos galopando en las praderas
aves en libertad trinando anhelos
niños jugueteando, siendo genios
sueños realizados, entre sonrisas y cantos
Mis ojos han mirado al hombre destruido por el hombre
jinetes de crueldad, empuñando espadas luminosas,
mujeres deshonradas, dilapidadas frente a las turbas,
defendiéndose con sus manos de algodón y seda.
Han mirado a la patria saqueada por los sátrapas,
convirtiéndola en refugio para sus iniquidades,
al niño llorando el genocidio y el hambre,
mientras religiosos y rabinos elevan sus oraciones.
He mirado a los Dioses olvidándose del hombre
mientras se construyen templos con sus calamidades
Mis ojos están fatigados por el tiempo,
rojos por la sangre que no permite el olvido,
cierran sus párpados para buscar en la noche,
la paz y el consuelo que se intuye entre sombras,
la esperanza que otorga la vigilia y el silencio,
la ilusión del alba, del sol iluminando el asombro.