Ivette Urroz

El Encantamiento de la Noche Fluorita

Acostada sobre la mácula de metal herbáceo,

bajo la culpa estrellada de la funda de los ensueños,

llueve sobre los camanances de la

luna tejedora de hechizos.

Con la máquina del mito que inicia un nuevo día,

despierta una mitología relampagueante de sentimientos:

conmociones, efusiones, espejismos.

 

Mientras transitan por el nacarado encuentro,

nacen páramos de luna de parafina soñolientas

entre ensueños y quimeras.

Sus tronos entreabiertos, mecidos por el viento,

dibujan una neoclásica sonrisa suelta

de prados escondidos.

 

El alma suspira con destellos de entereza

bajo el encantamiento de la noche fluorita,

y su pulso de octubre, en el juicio de la espera,

marca el compás de un tiempo suspendido.