Será que lo nuestro ha muerto ya hace rato
Y extendimos el velorio por miedo a vivir
El otro sin el uno, el uno sin el otro.
Y como lo que pende de un hilo, nos agarramos a la esperanza con tanta fuerza, aún sabiendo que caeremos en el pozo del olvido.
Aún sabiendo que la vida pasa y pasa...
Y nos sigue encontrando en lados opuestos de la plaza.
Vos en la calecita de tus miedos sembrando añoranzas, y yo acá creando castillos de arena de la remembranza.
Y así... Colgados al borde del precipicio de la vida, cada uno en su amaca, balanceamos los pies ante las oportunidades,
Pero una y otra vez me niego a creer que por tu corazón no debo ser amada.
Así que espero... Un beso de tu boca y un saludo al amanecer,
Y espero... Tu último aliento antes de dormir,
Y sostengo... Que te amo pese al tiempo, la distancia, la rutina y el ayer.