Carlos Ojeda

Indiferencia.

Indiferencia.

 

La noche cubrió el silencio

la Luna quieta

miraba a la distancia,

la calzada dejaba oír

la prisa

de quien por llegar

se apura.

Los grillos tenían

su noche

la humedad marcaba

ese verano

que no quería irse

derramando la fragancia

de un galán de noche

enamorando a su gardenia.

Y, fueron silencios

que se mecían

como las olas del Mar,

se hacían días

de esos que no terminan

se hicieron noches

para recordar.

Oh, Luna lunera,

orgullosa y arrogante

reflejas una Luz

que es ajena,

mirando mi sombra

con la indiferencia

del gato.

Aún así,

con la mirada.

te he de sujetar.

Qué te tienes que ir,

lo sé,

siempre como yo

desearás volver.

Que el deseo

se nos cumpla

y la noche

se nos haga larga.

             Amor mío.