Indiferencia.
La noche cubrió el silencio
la Luna quieta
miraba a la distancia,
la calzada dejaba oír
la prisa
de quien por llegar
se apura.
Los grillos tenían
su noche
la humedad marcaba
ese verano
que no quería irse
derramando la fragancia
de un galán de noche
enamorando a su gardenia.
Y, fueron silencios
que se mecían
como las olas del Mar,
se hacían días
de esos que no terminan
se hicieron noches
para recordar.
Oh, Luna lunera,
orgullosa y arrogante
reflejas una Luz
que es ajena,
mirando mi sombra
con la indiferencia
del gato.
Aún así,
con la mirada.
te he de sujetar.
Qué te tienes que ir,
lo sé,
siempre como yo
desearás volver.
Que el deseo
se nos cumpla
y la noche
se nos haga larga.
Amor mío.