El orgullo me impide aceptar tus caricias
Delineadas en falsas lisonjas y fingida sonrisa
Marcadas en las desolaciones de cicatrices
De febriles momentos y recuerdos tristes
Aunque hayan sido momentos emotivos
Son pálidas evocaciones de episodios furtivos
Aunque reconozca, que sigues en mi mente
Y a Dios ruego, por que tengas buena suerte
Que el destino te sonría y encuentres el amor
Que nunca encontré en la palidez de tu pasión.