Los muertos no son los que en dulce calma
la paz puede disfrutar en una tumba fría;
muertos son los que tienen muerta el alma
y deambulan aun vivos en el mundo todavía.
Los muertos no son, los que reciben
los rayos de luz eterna en sus despojos yertos;
quienes mueren sin honra cada día son los vivos,
y perduran en nuestros recuerdos los muertos.
Tener vida no es simplemente porque nos movemos,
vivir la vida exige tener honor, buenas acciones,
Es la entrega por los demás, dejar recuerdos,
por eso hay muertos que en la evocación aún viven
y muchos vivos que, en el mundo ya son muertos.
EL ERMITAÑO SOÑADOR